La primavera que abre esta década de los años setenta pone de manifiesto que el poder de las flores y el saber hacer en esto del rock sigue floreciendo a toda máquina. Que tenemos genios contemporáneos, vaya... Se acaba de publicar, este mes de mayo, uno de los discos más impresionantes que he tenido la oportunidad de escuchar. Me refiero al segundo LP de ¿CSN?... sí; son ellos tres, pero esta vez cuentan con la maravillosa conjunción cósmica y copulativa "& YOUNG" puesto que se ha unido al terceto el joven y grandísimo Neil Young -ex de Buffalo Springfield y dueño de una prometedora carrera en solitario ya-. Además, acuden también, como invitados, el grandísimo Jerry García, de Grateful Dead, a la Pedal Steel (ojo a "Teach Your Children") y el talentoso John Sebastian, de Lovin' Spoonful, a la armónica. El trabajo en sí es perfecto en sus escasos treinta y seis minutos ¿para qué más? la perfección no entiende de minutaje. Country, Folk, Rock y Psicodelia caminan, trotan y nadan por los surcos de este vinilo en una sucesión de temas realmente brutales que se abre con la enorme y rockera "Carry On" de Stills. Los espectaculares juegos vocales y el grado de perfección del sonido conseguido esta vez se deben a la puntillosa labor de grabación y producción propia (sin Young) que se ha prolongado entre Los Ángeles y San Francisco desde el mes de julio hasta diciembre de 1969 en dos estudios míticos ya; los Wally Heider del sello Atlantic Records. La grabación se ha llevado a cabo con sesiones individuales de cada miembro; cada uno ha realizado su parte sobre la anterior para, al final, dar con la piedra filosofal; con esta joya contemporánea que supura asfalto y campo por partes iguales. Todos los temas se han grabado de esa forma excepto la maravillosa "Woodstock" de Joni Mitchel que, precisamente es el single elegido para la promoción del disco. La verdad es que podrían haber elegido cualquiera de los cortes del disco puesto que todos y cada uno de los temas son extraordinarios y merecen ser singles y radiarse hasta el día del juicio final. La crudeza rockera de "Carrry On"o "Almost Cut My Hair", la belleza folkie de "Helpless", la psicodelia campestre de "Déjà vu" o la maravillosa "Our House" de Nash. En definitiva; un disco que hay que tener, hay que escuchar, hay que estudiar y obligar a los estados a que lo introduzcan en los textos de Historia del Arte.
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