BOB DYLAN
"Shadows In The Nights"
(Columbia, 2015)
A Dylan le quedan pocos discos que grabar, es ley de vida, la verdad. Dylan se convirtió en un bluesman muy sui generis que morirá con las botas puestas; si no grabando lo hará subido a un escenario. Los que hemos buceado algo en su vida sabemos que ha hecho siempre lo que le ha dado la gana y lo seguirá haciendo, no hay más discusión, porque Bob es Bob y a sus 73 años no creo que vaya a cambiar. Ahora ha querido homenajear a Sinatra y lo ha hecho. Nada que ver con aquél lejano “Self Portrait” de 1971 en el que versionó a un montón de genios a los que admiraba. Aquellas canciones eran planas como las originales; el aliciente que tenían era precisamente que las interpretaba Dylan y eso es mucho. Desde mi punto de vista lo que ha hecho ahora con los temas de Sinatra es lo que me gusta del hacer de Dylan; a su bola e impregnando a cada tema ese barniz tan personal que utiliza en todas su manufacturas con esa banda de apoyo que en tres minutos te regala una clase magistral de historia de la música americana. No esperéis grandes Big Bands ni nada por el estilo ya que la instrumentación es austera y crespuscular con unos arreglos en los que sobresale la pedal Steel guitar que te dejan en estado de shock, sinceramente. Dylan en este disco "únicamente" canta; no toca teclados ni guitarrras.
A Dylan le quedan pocos discos que grabar, es ley de vida, la verdad. Dylan se convirtió en un bluesman muy sui generis que morirá con las botas puestas; si no grabando lo hará subido a un escenario. Los que hemos buceado algo en su vida sabemos que ha hecho siempre lo que le ha dado la gana y lo seguirá haciendo, no hay más discusión, porque Bob es Bob y a sus 73 años no creo que vaya a cambiar. Ahora ha querido homenajear a Sinatra y lo ha hecho. Nada que ver con aquél lejano “Self Portrait” de 1971 en el que versionó a un montón de genios a los que admiraba. Aquellas canciones eran planas como las originales; el aliciente que tenían era precisamente que las interpretaba Dylan y eso es mucho. Desde mi punto de vista lo que ha hecho ahora con los temas de Sinatra es lo que me gusta del hacer de Dylan; a su bola e impregnando a cada tema ese barniz tan personal que utiliza en todas su manufacturas con esa banda de apoyo que en tres minutos te regala una clase magistral de historia de la música americana. No esperéis grandes Big Bands ni nada por el estilo ya que la instrumentación es austera y crespuscular con unos arreglos en los que sobresale la pedal Steel guitar que te dejan en estado de shock, sinceramente. Dylan en este disco "únicamente" canta; no toca teclados ni guitarrras.
Un acierto es el hecho de que los temas que ha escogido son de “los escondidos” de Sinatra para profanos en su discografía pero, vaya, que empezar con “I am a fool to want you” y acabar con “That Lucky Old Sun” es un gran acierto teniendo en cuenta que al medio están temas como “Stay With Me” y "Full Moon and Empty Arms" -el orden de los temas en un disco es importantísimo-. El tema de la voz es importante tambien porque se da la paradoja de que Sinatra era “La Voz” y la voz de Dylan es como el diseño de mi adorado PT Cruisher; o te gusta o no te gusta pero no te deja indiferente. A mí me gusta, la verdad, pero no dejo de pensar en la cantidad de medios técnicos que existen para mantener en una grabación una voz acorde a tu edad y que suene bien (acordaos de Sabina en los noventa). No sé qué habrá pasado en este disco pero la verdad es que suena bastante bien –como cuando en uno de sus shows llegamos al tercer tema y ha dejado los graznidos iniciales aparcados-. Aunque realmente las dudas casi se disipan al saber que el disco se grabó completamente en directo, con los cinco magníficos que lo acompañan en su “Never Ending Tour” presentes en el mítico estudio B de la torre Capitol en L.A (donde Sinatra grabó la mayoría de los temas que aquí se versionan), sin auriculares de por medio y con un solo micrófono a la vista; el del propio Bob (¿se puede grabar más a pelo y sacar más de quicio al ingeniero de sonido?). La producción ha corrido a cargo del mismo Bob Dyaln escondido bajo su alter ego Jack Frost.
Surge la pregunta de si el disco era necesario. No puedo ser objetivo porque soy compulsivo con todo lo que veo del viejo casacarrabias. Así las cosas, recuerdo la gracia que me hizo su "reciente" disco de villancicos (Christmas in the heart, 2009) y la verdad es que tal y como está el día a día entiendo que cualquier cosa que nos de Dylan es necesaria, la verdad. Cada minuto que vivimos actualmente son tres meses de hace cinco años por lo que una pausita escuchando a Dylan siempre es bien recibida.
Como he dicho antes… no puedo ser objetivo pero no creo que me equivoque: 10/10 y si te gusta el disco deberías escuchar también a…. Bob Dylan
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