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martes, 19 de diciembre de 2017

Pasión No Es Palabra Cualquiera






A ver cómo puedo describir esto. Imaginad una comidita en un día cálido de primavera organizada por un gurú de los fogones con tres estrellas Michelin. Sería al aire libre, en una casita rural con paisaje de sierra al fondo en la que, ya en el buffet, se sirven tartaletas de caviar fresquito al lado de croquetas de liebre o de perdiz y en el otro extremo de la mesa hay platitos de jamón ibérico de bellota junto a un surtido de ibéricos con tantas jotas como tres de mis carcajadas del facebook. Y cientos de delicatessen más. Todo ello acompañado de la mejor cerveza fresquita y los mejores caldos para trasegar que maridan a la perfección con todas y cada una de las delicias que se han servido. Te podrá gustar más el bacalao rebozado que la mojama de atún o el jamón, pero ¿realmente tendrías el cuajo de sentenciar que algo de lo servido es malo? Sería de bellacos y de persona tóxica, la verdad, porque estarías engañándote ante la evidencia. Pues eso es lo que sucede con este “Pasión No es Palabra Cualquiera” de Joserra Rodrigo. De entrada La Portada te está anunciando mucho de lo que hay dentro y una vez que te metes en faena caes en la cuenta de que todos, absolutamente todos los capítulos o entradas del libro son pura delicatessen que te llevan a indagar a qué suena cada álbum o cada canción que se reseña porque con su simple lectura tienes ya el adelanto en el paladar de a qué saben, aunque os lo anuncio yo; ambrosía pura cada bocadito que pruebes, lo juro. La palabra “pasión” no es una palabra cualquiera como bien reza el título, pero sí una descripción de lo que siente el bueno de Joserra por todo lo reseñado en este libro. Y son un buen puñado de discos y canciones que recomiendo escuchar mientras se lee su correspondiente entrada (experiencia mística, insisto). Los que conocemos al autor en cada línea que leemos de este libro estamos escuchando su voz, su divertidísima forma de expresarse, su energía... y notamos como nos va inoculando el veneno del rock, del country, del Soul (o hasta de la copla si se le hubiese puesto por delante) aunque no te guste alguno de los estilos que se tocan. No he conocido a persona que tenga tantas canciones como la que quiere que suene el día en que “como las pipas Facundo” abandone este mundo; eso es pasión por lo que se ama. Insisto; te podrá gustar más la Harley Davidson Dyna que la Sporster o la Softail pero ¿de verdad puedes pensar que cualquiera de las tres motos no es una obra de arte en lo suyo? Y… ¿Qué es "lo suyo" en el libro de Joserra? Pues LA MUSICA… ¿qué otra cosa podría ser? Y por supuesto; como a todo pastel no le puede faltar la guinda. La guinda de este dulce que eleva a la categoría de alimento de ángeles a esta obra son las ilustraciones de Cayetana Alvarez en los obituarios que, tristemente, no pueden faltar en un repaso de este calibre a la música que nos gusta. Ilustraciones que, por sí solas, son rock’n’roll y todo lo que conlleva. ¿Os acordáis del inicio de la película “Casi Famosos” en la que Willian abre la mochila de vinilos que le ha dejado su hermana mayor mientras suena “America” y pincha el “Tommy” de The Who? pues entonces no tengo más preguntas  que realizar Señoría y... para informe final, solo me queda por decir una cosa; si “pasión” no es una palabra cualquiera sí puede tener forma corpórea... la de su autor; Joserra is the answer.

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